¿Qué es un nexo causal?
Se denomina nexo causal a la relación que permite unir una acción con un daño. Sin una relación que relacione ambos elementos, no puede imputarse a un sujeto la causa de un daño. Por tanto, el nexo causal se erige en uno de los elementos fundamentales de la responsabilidad civil. En caso de pretender reclamar responsabilidad a un sujeto, será necesario acreditarlo para que la reclamación pueda ser exitosa.
El nexo de causalidad puede ser de muchos tipos, en función de la influencia que haya tenido en el daño. También existen una serie de requisitos doctrinales para apreciar su existencia, sin los cuales no se considera acreditado.
Tipos de nexos causales
Una vez conocido qué es un nexo causal, deben conocerse también los distintos tipos. La clasificación de los tipos de nexos causales viene marcada por dos factores. El primero, la inmediatez de la acción respecto al daño y el momento en que se causa. La segunda es la posible intervención de terceras personas, que únicamente son autores mediatos, pero no causantes reales.
Directo
Un primer tipo de nexo causal es directo cuando entre la acción es inmediatamente antecesora del resultado dañino. También se habla de nexos causales directos cuando entre la acción y el daño no intermedian terceros sujetos.
Indirecto
Se habla de nexos causales indirectos cuando la acción se difumina por la lejanía temporal o la intervención de terceros. En este sentido, resulta más difícil atribuir a una acción un daño por su lejanía temporal. Si bien es posible imputar responsabilidad mediante esta tipología de nexos causales, su dificultad en ocasiones es patente. Pero también el indirecto es otro tipo de nexo causal.
Múltiple
Por último, vemos el tipo de nexo causal múltiple. Esta circunstancia se da cuando concurren varias causas en la provocación de un daño. Así, cuando dos sujetos llevan a cabo acciones, ambas con influencia en el daño, se habla de nexos causales múltiples.
En este tipo de casos deben llevarse a cabo dos exámenes conjuntos. Por un lado, si efectivamente dos acciones tienen nexos de causalidad con el daño. Y, por otro lado, tendrá que ponderarse la influencia de cada uno en el daño causado. Esto último resulta importante a efectos de determinar la responsabilidad de cada sujeto.
Características del nexo causal
El nexo causal tiene dos características fundamentales que requieren su estudio y argumentación. Estos dos elementos son la cuestión fáctica y la cuestión jurídica. Sin uno de estos dos elementos probados y argumentados, no es posible acreditar la existencia del nexo de causalidad.
Cuestión fáctica
En primer lugar, el nexo causal requiere de una conexión fáctica o quaestio facti. Este término remite que es necesario acreditar una relación causa efecto entre acción y daño. En este apartado únicamente se requiere la conexión material.
Con independencia de que a la acción se le atribuya causalidad jurídica, tiene que existir una conexión real. Esta vertiente del nexo de causalidad es la que requiere de mayor actividad probatoria. Esto es porque reviste un carácter esencialmente de hecho a demostrar, y no de argumento jurídico.
Cuestión Jurídica
La cuestión jurídica o la quaestio iuris es la vertiente del nexo causal que imputa un daño a una acción. Una vez establecida la cuestión fáctica, este punto permite señalar que causa efecto es la correcta. Dicho de otro modo, señala que comportamiento ha conducido al daño y debe estudiarse. Esto permite evitar imputaciones de daños que no son relevantes para el derecho.
Si no existiese este apartado en el nexo de causalidad, se podrían llegar a conclusiones injustas. Si bien, no en todos los casos es sencillo identificar la cuestión jurídica. Hay diversas formas de señalar comportamientos que tienen nexo causal. Doctrinalmente se han desarrollado criterios llamados de desimputación objetiva. Estos criterios permiten señalar qué sucesos no tienen nexo causal real con el daño.
A modo de ejemplo, algunos de ellos son el riesgo general de la vida o la prohibición de regreso. El primero señala que no puede haber imputación jurídica si el daño es por hechos propios de la vida cotidiana. El segundo señala que, si hay comportamiento doloso, no se podrá retroceder en la cadena temporal de eventos. Esto es así porque se considera que el dolo permite imputar suficientemente el nexo causal a un comportamiento.
Ejemplos de nexos causales en situaciones reales
En numerosas situaciones cotidianas pueden encontrarse posibles reclamaciones de responsabilidad civil. Para poder reclamar con éxito, resulta esencial, como se ha dicho, acreditar el nexo causal.
Para determinar si existen nexos de causalidad en situaciones reales, hay que examinar si las causas que pueden romperlo. Estas causas son la fuerza mayor, el caso fortuito, la intervención de un tercero y la culpa exclusiva del perjudicado.
Accidente de tráfico
El primer ejemplo de nexos causales que vamos a ver es el del accidente de tráfico.
En un accidente de tráfico es habitual que el nexo causal pueda deducirse con facilidad en ocasiones. Sin embargo, hay situaciones en las que esto no siempre es tan sencillo. En todo caso, la parte fáctica es acreditable con facilidad, pero la vertiente jurídica no siempre es tan clara.
Por ejemplo, un coche que golpea a otro estando en circulación ambos es a priori un nexo causal claro. Ello no obsta para que haya que realizar un examen jurídico del nexo de causalidad. Si existen causas externas que hayan contribuido al daño, habrá que examinar con mayor detenimiento el asunto.
En caso de que la carretera estuviera en mal estado, puede llegar a concluirse que no existiese nexo causal. Aun existiendo relación material o fáctica, jurídicamente no puede concluirse que el conductor sea responsable. Otra situación que puede darse es que la conducta de un tercero provocase el accidente. Si un tercero obliga al conductor que golpea a evitarlo, y golpea a otro vehículo, no habrá nexo de causalidad.
En este último supuesto habría que comprobar si existe nexo causal con ambas acciones o solo con una de ellas. Puede ser que, por intervención de un tercero, el conductor que golpea quede exonerado por falta de relación de causalidad.
Además de lo anterior, también deberá comprobarse la diligencia de todos los intervinientes en el accidente. Si ha sido el damnificado quien provocó la situación de riesgo que causó el accidente, no existirá nexo causal.
Acción médica negligente
El segundo ejemplo de nexos causales es el de las acciones médicas negligentes.
En la actividad médica, es habitual encontrarse con reclamaciones por responsabilidad civil. De nuevo, para ello resulta necesario acreditar el nexo de causalidad. Es importante destacar que no es lo mismo la vertiente jurídica del nexo de causalidad que la negligencia. El primero es simplemente la conexión entre acción y daño. El segundo es lo que permite atribuir responsabilidad a la conducta en sí.
Para los casos de negligencia médica, la acreditación del nexo de causalidad resulta en ocasiones complicado. Al intervenir varios sujetos, hay que concluir a quien o quienes se les atribuye la causalidad. Por ejemplo, en una operación quirúrgica, pueden sucederse varias acciones distintas. Si se produce un daño, hay que determinar la acción que tiene relación con el daño. Puede suceder que concurran todos los elementos de la responsabilidad civil, pero no exista nexo causal claro.
Hay acciones en las que se aplica la máxima de res ipsa loquitur (el hecho habla por sí solo). Esto determina que solo con observar el hecho se deducen todos los elementos. Hay una acción, que es negligente, y que ha causado un daño. Sin embargo, si no se sabe qué acción ha sido, no puede establecerse nexo causal. Esto es porque si no se sabe que acción ha sido, no se puede ligar al daño.
En este tipo de asuntos requieren de ciertos medios probatorios para poder probar el nexo de causalidad.
Responsabilidad de un establecimiento comercial
El último ejemplo de nexos causales que vamos a ver es el de la responsabilidad de un establecimiento comercial.
En los establecimientos comerciales en que se produzcan accidentes también debe acreditarse el nexo causal del empresario. Este caso es particular porque el empresario va a responder por la acción de un dependiente. Este supuesto está regulado en el artículo 1903 del Código Civil, el cual señala dicha responsabilidad por el hecho ajeno.
¿Cómo se demuestra un nexo causal?
El nexo de causalidad no puede plantearse en un juicio como meras conjeturas. Debe ser objeto de actividad probatoria, ya que de no acreditarse podría no prosperar la reclamación. Para acreditar un nexo causal en un procedimiento judicial se podrá cualquier medio probatorio. No obstante, en función del tipo de caso, algunos serán más eficaces que otros. Por ejemplo, para acreditar el nexo causal relacionado con edificación, el informe pericial de un arquitecto resultará crítico.
Pruebas documentales
La prueba documental esencialmente podrá servir para aportar reconocimiento de hechos por la parte contraria. Si en correos electrónicos, servicios de mensajería instantánea o burofax se reconocían hechos concretos, este medio de prueba resultaría útil. De otra forma, acreditar el nexo causal por esta vía resultará muy complicado.
Testimonios de testigos
Los testimonios de testigos resultan un medio de prueba poco eficaz a la hora de determinar el nexo causal. Al ser el nexo causal es un elemento más jurídico que fáctico, la aportación de testigos puede ser muy limitada. No obstante, en algunos asuntos si puede llegar a resultar útil a este fin.
En asuntos en que la acreditación de una acción también acredita el nexo causal, este medio probatorio podría resultar útil. Por tanto, cuanta mayor inmediatez haya en el nexo de causalidad, mayor valor adquiere este medio de prueba. Para ello, podemos compararlo con dos ejemplos: uno en el que un coche golpea a otro aparcado, y otro en el que se producen humedades en un piso.
En el primero, el testigo puede acreditar la acción, y de ello se deduce el nexo causal. Por ello, no es que acredite jurídicamente el nexo causal, sino que la inmediatez permite deducir la otra. En el segundo ejemplo, la utilidad de una prueba testifical es más difusa. El testigo puede acreditar conversaciones o hechos, pero no servir como prueba del nexo de causalidad. Ello es porque no existe una inmediación entre la acción y el daño, ni se puede deducir a simple vista.
Informes periciales
Como se ha mencionado al inicio, los informes periciales son el medio de prueba más eficaz, especialmente en algunas materias. Para acreditar el nexo causal, muchas veces es necesario contar con conocimientos en ciertas materias específicas. Un ejemplo de ello sería acreditar el nexo de causalidad en los daños provocados por filtraciones de agua. En este tipo de casos, el conocimiento experto a la hora de interpretar planos, realizar catas y otras cuestiones resulta esencial. Para los casos de negligencias médicas, este medio probatorio resulta también fundamental.
Sin un informe pericial, muchas veces la acreditación de un nexo causal se reduce a meras conjeturas. Si no es posible demostrar la parte fáctica del nexo causal, no resultará posible relacionar jurídicamente daño y acción.
En el ámbito legal, comprender y demostrar el nexo causal es fundamental para el éxito de cualquier reclamación o defensa. En Garrido y Doñaque, sabemos que probar esta conexión entre una acción y su consecuencia puede ser el factor determinante en la resolución de un caso.
Por ello, nuestro equipo de abogados expertos se dedica a analizar cada detalle, construir argumentos sólidos y utilizar las herramientas jurídicas adecuadas para defender los intereses de nuestros clientes. Si enfrenta un litigio en el que el nexo causal es un elemento clave, no dudes en contactarnos. Estamos aquí para brindarle asesoría y representación con el más alto nivel de profesionalismo y compromiso.
MIGUEL GARCÍA HERRERO.